Desde hace unos años, con la llegada de la crisis a los hogares de la mayoría de las familias, ahorrar se ha convertido en un verdadero lujo al alcance de tan solo unos cuantos privilegiados, los cuales se pueden permitir realizar sobre todo depósitos con vistas a cubrir incidencias en el caso de que las cosas se pongan peor de lo que aún están.
Por supuesto, hay personas que están al margen de estos problemas, y el propósito de sus ahorros suele ser el de aumentar su patrimonio, para lo cual buscan maneras de invertir el dinero del que disponen sin apenas darse cuenta de los problemas que suceden a su alrededor.
Al margen de este pequeño grupo de potentados, los ciudadanos de a pie se han visto en tan graves apuros que muchos de ellos están deseando que acabe la crisis para poder contar con fondos que destinar al ahorro. Parece ser que es posible que estos problemas acaben por traernos algo bueno, como el hecho de que se mire más el dinero, que nos se gaste tan a la ligera como se ha gastado en algunos momentos y que la gente piense un poquito más en el mañana y no solo en el presente.
¿Al final resultará que nos hacía falta una crisis como esta?