Las cuentas corrientes sin comisiones es uno de los viejos anhelos de los usuarios bancarios. Si ya de por sí, estos productos generan una rentabilidad mínima, casi siempre por debajo de la barrera del 0,50%, no es cuestión que esta pequeña remuneración quede anulada por las comisiones y gastos administrativos que conlleva abrir una cuenta corriente. Y que en cualquier caso, resta competitividad a este producto.
No obstante, estos gastos pueden evitarse a través de las muchas estrategias comerciales habilitadas por las entidades de crédito, y de las pueden beneficiarse los clientes. Una de las más implantadas proviene de la oferta realizada por varios bancos, que han decidido eliminar cualquier tipo de comisión en estos productos, y que están abiertas para todos los perfiles de ahorradores.
Hay otras fórmulas para no pagar comisiones en las cuentas, y que principalmente provienen de la domiciliación de la nómina, que lleva incorporada automáticamente esta posibilidad, así como otras muchas ventajas para sus titulares, para incentivar el ahorro de estas personas.
Otra opción para conseguir estos objetivos pasa necesariamente por la vinculación con su entidad financiera, a través de la contratación de otros productos bancarios (plan de pensiones, fondos de inversión, depósitos seguros, etc.), y que genera que las comisiones desaparezcan inmediatamente de las cuentas como premio a su fidelidad con la entidad de crédito.
Asimismo, los clientes preferentes, también consiguen estas aspiraciones, al disfrutar de una consideración especial por parte de los bancos. El único requisito que exigirán – para eximirse del pago de comisiones – es disponer de un saldo más que saneado y un impecable expediente bancario.
Si los usuarios pertenecen a algunos de los grupos expuestos anteriormente, no cabe duda que estarán de enhorabuena ya que a partir de ahora no tendrán que pagar ninguna clase de comisión u otros gastos administrativos en el mantenimiento de su cuenta corriente. Y que conllevará un importante ahorro todos los meses, para que estas cantidades puedan destinarlas a otras necesidades, o a pagos no previstos. A través de muchas vías que llevan a este objetivo de los usuarios.