En primer lugar, hay que tener en cuenta que los intereses varían dependiendo de la cantidad de dinero solicitado y del plazo de devolución acordado. Son intereses, eso sí, mucho más altos que los que te puede cobrar un banco por un préstamo corriente.
La media dentro de los mini créditos online está en unos intereses de un 30% aproximadamente sobre la cantidad solicitada. Esto puede cambiar un poco, ya que hay entidades que rebajan esa cifra hasta el 25%, pero también las hay que suben hasta el 35%.
Los tipos de interés que aplican estos mini préstamos suelen ser muy elevados, sobre todo si los comparamos con los créditos bancarios (en torno al 9%) o los intereses de las tarjetas de crédito (entre un 7% y un 13%). Por regla general, suelen estar entre el 22% y el 28% del dinero solicitado, en concepto de comisiones y gastos de gestión.
Lo cierto es que cuanto más sencillos sean de cumplir los requerimientos que cada entidad exige, mayor será el interés de la deuda adquirida. También hay que tener en cuenta que son los créditos más fáciles de pedir, ya que no te piden explicaciones de para qué necesitas el dinero, ni avales ni tampoco ninguna documentación que te resulte imposible de facilitar.
Los intereses también variarán según el plazo de devolución. No serán los mismos si solicitas un préstamo rápido a diez días que a treinta. Exactamente igual ocurre con el dinero requerido: el interés de un préstamo de 100 euros no será tampoco el mismo que uno de 600.
En definitiva, a la hora de solicitar un préstamo hay que tener en cuenta el interés que nos exigen y comprobar que podemos hacer frente a él para luego no tener sorpresas desagradables en el plazo de devolución.