Los depósitos a plazo pueden suscribirse a cualquier período de permanencia que desee el cliente. Uno de los más atípicos son los que van dirigidos a un solo mes. Y cuya finalidad es trasladar los ahorros en un espacio de tiempo tan corto, y como preámbulo para otras inversiones más rentables y fructíferas.
Su plazos a 30 días los hacen especialmente indicados para toda clase de impositores, con la seguridad que no necesitaremos cancelarlo anticipadamente, tanto en operaciones parciales como totales. Y con la garantía que a su vencimiento se recuperará las aportaciones y el interés generado en tan corto espacio de tiempo.
Su rentabilidad, como es lógico prever, está bajo mínimos, entre el 0,10% y 0,30%, en función del depósito elegido. Y en donde no hay vinculaciones con otros activos financieros, ni productos crecientes, como viene siendo habitual entre los depósitos a plazos más duraderos.
No obstante, hay dos estrategias bajo las cuales se rigen estos productos. Una de ellas es a través de los depósitos de bienvenida, que contemplan plazos similares, y que están destinados a nuevos clientes o a aportaciones recientes. Mejoran ligeramente sus márgenes de rentabilidad, hasta llegar a cerca del 0,50%.
La otra proviene de las imposiciones online, muy dadas a acortar los plazos de permanencia, incluso con menores días. Y que a pesar de todo, no elevan excesivamente su rentabilidad, sino mínimamente. Pero con la ventaja de contratarlos cómodamente desde casa, y a cualquier hora del día.
Puede ser una estrategia que está especialmente adaptada para periodos vacacionales, en donde estemos unas semanas fuera del hogar. Y necesitemos de un producto seguro y que nos genere algo de remuneración. Pues bien, si los suscribimos puede ser un momento adecuado para tenerlo en nuestra de cartera de ahorro.
Para una vez de regreso, dirigir el capital hacia otras formas más rentables, especialmente provenientes de la renta variable. Donde la bolsa, fondos de inversión o ETF pueden ser las opciones para incrementar el capital de una forma más satisfactoria para nuestros intereses.