Depósitos al 3% ya no existen

depósitosLos depósitos a plazo eran hasta hace pocos meses el producto mayoritaria por parte de los ahorradores españoles para guardar su patrimonio. Una total seguridad en el mismo y una rentabilidad garantizaban su contratación, a través de una oferta muy completa y plural que satisfacía su demanda.

Pero el abaratamiento en el precio del dinero por parte de las autoridades monetarias europeas ha generado que la rentabilidad de estos productos haya caído drásticamente. Raramente sobrepasan la barrera del 1%. Y en cualquier caso, ya es prácticamente imposible que rebase el 3%, aun en los modelos más agresivos.

Ni tan siquiera vinculándolos con otros activos financieros, ni empleando promociones para nuevos clientes, ni tan siquiera alargando sus plazos puede obtenerse estos márgenes. Es una realidad que está afectando a las imposiciones, en donde los clientes ya no están satisfechos con las condiciones en su contratación.

No tienen que tratar de buscarlos con rentabilidades más altas, porque sencillamente no existe, con ninguna estrategia. Y si lo que desean es obtener estos porcentajes será mejor que se dirijan a otros productos financieros. Fundamentalmente procedentes de la renta variable, y hasta en algunos casos muy concretos de la renta fija a través de los fondos de inversión generados por las gestoras.

De hecho, y durante los últimos meses, se han desviado muchos millones de euros hacia los mercados bursátiles, fondos de inversión y otros productos alternativos. Siempre buscando una mejora en los capitales de los particulares. Algo que ahora mismo no pueden ofrecer las imposiciones a plazo, bajo ninguno de sus modelos.

Se han quedado en una opción residual para un público muy determinado, conservador, de elevada edad, y que prefiere mantenerse en estas líneas de negocio, antes que asumir más riesgos. Y que fundamentalmente no están habituados a operar con herramientas tecnológicas (ordenador. Móvil, etc.), y formalizan sus operaciones desde las sucursales bancarias.

Parece que esta tendencia seguirá instalada en los mercados durante mucho tiempo, al menos hasta que las autoridades económicas no decidan elevar los tipos de interés.