El monte de piedad

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Los montes de piedad empezaron siendo entidades de beneficencia en las que los pobres podían conseguir algo de dinero en metálico utilizando sobre todo depositos de lo que poseían, como podían ser algunas pertenencias personales de las que se podían desprender para cubrir alguna de las necesidades básicas de quienes acudían.

 En la actualidad siguen existiendo estas entidades, las cuales se unieron a las cajas de ahorro para que los pequeños ahorradores pudieran hacer sobre todo depositos pequeños que les permitieran hacer frente a imprevistos que requieran de un desembolso económico importante. Hoy estas entidades funcionan más como un banco o una entidad de crédito que como una organización de beneficencia, pero todavía siguen existiendo estas en la forma de organizaciones benéficas o de fundaciones especiales que funcionan bajo ella gestión y el protectorado de gobiernos y algunas empresas en una labor tanto social como cultural.

 La principal función que tienen estas fuentes tienen hoy un apartado social que tiene como objetivo primordial fomentar las labores socioculturales de patrimonio y fundaciones de diversos ámbitos.

 Con las últimas noticias, tanto las cajas de ahorros como los montes de piedad han tenido que ser reconvertidas, por lo que una gran parte de su labor ya no está en manos de estos sino por otras fundaciones privadas sin ánimo de lucro.