Se esperaba que el gobierno diera detalles de cómo sería y funcionaría el banco malo. Ya lo ha hecho. En este artículo se redactan todo lo que se debe saber sobre este.
El banco malo será una sociedad, denominada SAREB, que gestionará los activos tóxicos ligados al ladrillo durante 15 años, momento en que se liquidará.
Los activos serán inmuebles y suelo adjudicado cuyo valor neto supere los 100.000 €. Esto supone alrededor de 89.000 viviendas y 13 millones de metros cuadrados en solares
Esta sociedad no podrá gestionar más de 90.000 millones en activos. Comprará los activos pagando entre un 36,9% (vivienda nueva) y el 79,5% (suelo). El modo de pago será con la entrega de deuda subordinada avalada por el estado y con la garantía del BCE, con lo que podrán obtener liquidez mediante financiación barata.
Los activos se venderán a promotoras, entidades financieras o webs especializadas. No está diseñada para la venta directa a particulares, por o que no habrá oficinas ni sedes.
Los precios los fijará el Banco de España, por su valor económico, real por le FROB.
Para comprar los activos se emitirán bonos subordinados que computarán, o no, como deuda pública dependiendo de la inversión privada.
Un punto importante es que la rentabilidad anual sea del 14% – 15%. Al final de los 15 años sería de un 210% a 225% de sus recursos propios.
Los bancos y cajas asumirán perdidas, pero a cambio necesitarán menos ayudas y quedarán más saneadas.
El precio fijado por las SAREB no será referente para el mercado por lo que no habrá una caída acusada de los precios.
El órgano de gobierno de la SAREB, como sociedad, estará compuesto por un Presidente, director general y un consejo de administración. Además se nombrará un comité de auditoría y otro de retribuciones y nombramientos. Por último se formará una comisión independiente con miembros del Ministerio de Economía y Hacienda, Banco de España y la CNMV, para vigilar el cumplimiento de los objetivos.
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