Planes de Pensión o Seguros de Ahorro

Dentro de un mercado de productos financieros tan amplio en sus ofertas y posibilidades como el que actualmente se pone a disposición de los usuarios es bastante normal que a la hora de cubrir una necesidad financiera determinada se nos presenten más de un camino posible a través de diferentes familias de productos, dará igual que sean productos de ahorro, de financiación o cualesquiera de los que figuran en los catálogos de la entidades financieras.

Y sin duda en lo relativo a algo tan sensible como los ingresos complementarios a las prestaciones de jubilación es todavía más normal que surjan determinadas dudas sobre que tipo de productos elegir, máxime cuando, es cierto, abundan soluciones posibles en el mercado.

Probablemente los dos productos que más se asocian a la jubilación son los planes de pensiones y los planes de ahorro, y, lógicamente, son los que más dudas pueden generar a la hora de elegir uno u otro.

En este caso debemos tener claro que ambos productos pueden resultar adecuados, es decir, cada uno aporta sus ventajas propias diferenciadas, pero, en ambos casos, el uso aplicado a buscar ingresos complementarios cara a la jubilación se muestran validos.

Probablemente el mayor activo de los planes de pensiones para potenciar el atractivo de los usuarios sea el hecho de la variedad de opciones existentes incluyendo la posibilidad de acceder a productos a largo plazo que, a través de inversiones más agresivas de su patrimonio, buscan alcanzar, asumiendo riesgos lógicamente, rentabilidades al patrimonio que otro tipo de productos no alcanzan.

Otra buena baza de los planes de pensiones reside sin duda en el hecho de la flexibilidad con la que se presentan, una flexibilidad no solo asociada a la variedad sino también a los modelos de contratación, a los traspasos, a las condiciones de aportaciones, en definitiva a las características generales del propio producto.

Por su parte, los planes de ahorro, como seguro de vida y ahorro que realmente son, vienen a aportar un modelo de ahorro basado tanto en la garantía del capital aportado como, en la mayoría de las propuestas, rentabilidades acordadas previamente o, en su defecto, acotadas dentro de determinados rangos. De esta manera se convierten en productos con doble garantía apoyada tanto en su sus rentabilidades y garantías como en el propio seguro de vida que aportan, aunque, en este caso, la media de rentabilidades pueda ser menor con respecto a determinadas familias de planes de pensiones, y que, por regla general, se va a tratar de productos poco flexibles en cuanto a duración y rescates.
Imagen 1 alf.melin flickr creative commons

Universidad del Ahorro