Préstamos entre particulares: ¿qué son?

Resulta bastante evidente el hecho de que la actual situación de restricción en la concesión de créditos por parte de las entidades financieras viene a coincidir, probablemente, con un momento en el que mayor necesidad de financiación pueden tener los usuarios a título particular, un hecho que obviamente viene derivado por la situación de crisis por la que atravesamos que afecta de manera más que notable a las economías domésticas.

En un momento en el que conceptos como ahorro e inversión realmente se vuelven complicados para muchas familias en nuestro país la necesidad de financiación puntual ante imprevistos o gastos extraordinarios resulta realmente complicada de cubrir teniendo en cuenta las citadas restricciones que indicábamos en el primer párrafo y que son una evidencia más de la situación actual, y en este contexto, es donde surgen soluciones alternativas como pueden ser los préstamos entre particulares.

Realmente los préstamos entre particulares pueden tener una gran variedad de posibilidades en los sujetos que intervienen obviamente, sin embargo en este caso nos vamos a centrar en los más comunes, los que pueden darse en el ámbito de la familia o los amigos.

En primer lugar debemos tener en cuenta que dependiendo del uso del citado préstamo este a efectos legales puede llegar a considerarse del mismo modo que si se hubiera solicitado ante una entidad financiera, por ejemplo, si el destino del préstamo es la compra o rehabilitación una vivienda será posible la deducción hasta un máximo del 15%, sin embargo, para ello resulta básica la formalización del préstamo.

Debemos tener en cuenta que cualquier préstamo entre particulares debiera ser formalizado, en el próximo artículo veremos las posibilidades de formalización de estos préstamos entre personas particulares, sin embargo baste decir para confirmar la importancia de este hecho que un préstamo entre particulares no formalizado bien pudiera ser entendido por hacienda como una donación, lo cual podría acarrear perjuicios fiscales a las partes que intervienen.

Una vez formalizado el préstamo obviamente el comportamiento del mismo responderá a lo pactado entre partes, convirtiéndose de hecho en una relación contractual que debe regirse por los acuerdos alcanzados a la hora de la concesión.

Imagen  Mauropm flickr creative commons

Universidad del Ahorro