Cuando hablamos sobre invertir en bolsa o de los valores de bolsa, son varios los productos en los que podemos interesarnos. Uno de estos productos son los contratos de futuros. Éstos son un acuerdo entre dos partes, para comprar o vender un número determinado de valores en una fecha determinada en el futuro y a un precio previamente establecido. Son además, una categoría dentro de los contratos de derivados.
Podemos estar interesados en contratar un futuro por varios motivos. Por un lado, por las operaciones de cobertura, donde se asegura un precio fijo en la venta que se produzca en el futuro. Y por otro lado, las operaciones especulativas, con las que la persona que adquiere los contratos de futuro pretende especular con las variaciones que se den en el precio entre el momento de la contratación, hasta su posterior vencimiento.
En España existe el Mercado Español de Futuros Financieros, el MEFF, regulado por la CNMV y el Ministerio de Economía. La actividad principal de MEFF, es la compensación y liquidación de los contratos de futuros y opciones, sobre el índice IBEX 35. Entre los futuros que se activan mediante el MEFF están: los futuros ibex 35, los de Acciones Europeas, los Futuro Bono 10 o Futuros Acciones Españolas entre otros.
Por último, queremos presentaros algunos conceptos usados en los contratos de futuros. Podemos decir “estar de largo”, lo que indica que la persona que compra los futuros adopta una posición larga, que viene a decir, que se realiza una inversión hoy, para que mañana se recupere el nominal más plusvalías. Otro de los conceptos es “estar corto”, en el que el que vende adopta una posición corta, lo que significa que con la venta del activo que aún no nos pertenece, se financia hoy la venta de ese activo, teniendo la obligación de devolverlo posteriormente.