Hoy quiero escribir sobre Antonio Gala, dramaturgo, novelista, poeta, ensayista… para mí, un hombre muy especial, que me dio por leer en silencio hace ya sus años y que volveré a leer sus libros y poemas porque poco a poco vuelven a llamarme.
Es sabido que lleva unos años que no se encuentra bien debido a que padece cáncer de colón. En sus últimas apariciones en público ha hablado sobre su despedida y sobre la muerte, cuando deja por unos momentos su casa o su finca en Málaga y sus queridos perros. Ha declarado todo lo que siente en estos momentos y lo que está viviendo de una forma directa y clara, típica de él.
«Sigo moribundo, porque la vida es estar muriendo y nada más».
Como deseo, al año 2012 le pidió no vivirlo entero. Y es que Gala, siempre tan elegante, tan coqueto, comprende que todo lo que empieza debe terminar y, después de las sesiones de radioterapia y quimioterapia, quiere que todo termine pero es fuerte y la mecha no se apaga. Ya no se encuentra bien para escribir pero sí nos dejará este año un libro titulado Quintaesencia escrito por «alguien» de su confianza y que reúne sus pensamientos y emociones sobre la naturaleza, la belleza, el amor, la soledad, el tiempo…
Cuando enfermó en un principio dijo que no escribiría sus memorias, ya que es lo que han estado pidiéndole estos últimos años, pero al parecer está trabajando en ello y no sabe si le dará tiempo terminarla puesto que tiene mucho que contar, ha vivido tanto…
Mis pensamientos y, finalmente, mis palabras tecleadas… tal vez sean desordenadas pero sentía la necesidad de escribir sobre Antonio Gala, por eso le dedico esta pequeña entrada, no quiero despedirme de él cuando sea demasiado tarde y quería decir que, cuando se vaya, y aunque suene a cliché, siento que ya no habrá nadie como él, escribir como Antonio Gala no se logra con esfuerzo y dedicación, se nace, y desde pequeña he admirado su vida, su forma de hablar y su carácter tan peculiar. Me ha gustado saber siempre de las entrevistas que le han hecho en los medios de comunicación y muchas veces he pensado que ¡pobre presentador o periodista!, nunca se sabe por dónde puede salir, con sus razonamientos e improvisaciones y su lengua afilada. Prácticamente con cada frase expresada hace arte.
Gala nació en Brazatortas (Ciudad Real) pero siempre se ha declarado andaluz de corazón. Un escritor precoz que al parecer con cinco años ya creó su primer relato corto y con siete su primera obra teatral. Novelista tardío, ganando en 1990 el Premio Planeta con su primera novela El manuscrito carmesí. Y que a lo largo de su colección de años cumplidos, ha sido reconocido a través de muchísimos premios, iba a decir incontables premios pero al parecer llegan a 500, por ahí anda la cuenta: Premio Nacional de Literatura, Premio Nacional Calderón de la Barca, Premio Ciudad de Barcelona, Premio Foro Teatral, Premio del Espectador y de la Crítica, Premio Quijote de Oro y un largo etcétera. Muchas calles y plazas llevan su nombre, también institutos y una bonita biblioteca de Córdoba, su Córdoba. Y desde el año 2002 la Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores tanto de artes plásticas como de cine, literatura, investigación…
Estas portadas que he ido incluyendo son solamente un ejemplo de todas sus obras.
Estas palabras que he ido escribiendo son solamente un ejemplo de todo lo que lo admiro.
«Si no se escribe, si no se cuenta, nada existe ni dura.»
Los papeles de agua. Antonio Gala.
Los papeles de agua. Antonio Gala.
Muchos besos a todos.
Muchos besos para Antonio Gala.
Fuentes:
Página Oficial de Antonio Gala
Fundación Antonio Gala