Depósitos cortos, mejor online

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Para la contratación de depósitos a corto plazo, entre 1 y 3 meses, lo mejor es formalizarlo en formato online, cómodamente, desde el ordenador en casa o en otro lugar. Y que pueden ser suscritos en cualquier momento, sin necesidad de una información previa ya que se tratan de unos productos bancarios muy sencillos, que apenas incluyen información compleja.

Son unas imposiciones que están abiertas a todo tipo de clientes, incluso para los nuevos con el objetivo de captar el dinero procedente de otras entidades. No obstante, su rentabilidad sigue siendo su talón de Aquiles debido a que está conformada bajo unos márgenes mínimos, dando a los depositantes un interés que oscila en una franja muy estrecha, entre el 0,25% y 0,50%.

No hay forma para que se incremente la rentabilidad, tal y como ocurre con otros depósitos de plazos mayores, y tan solo queda el recurso de renovarlos a su vencimiento. No incluyen comisiones ni otra serie de gastos administrativos, para mejorar su atractivo ante los posibles depositantes.

Y con respecto a su cancelación, por lo general no se contempla en la mayoría de los productos de estas características. No obstante, hay algunos modelos puntuales que sí lo admiten. Otra novedad que presentan es, que a pesar de su corta duración, los pagos pueden recibirse anticipadamente. Bien mes a mes, o en su defecto, en el preciso momento de formalizarse, para que el dinero esté disponible en la cuenta corriente de los impositores.

Otro aspecto relevante en estos productos destinados para el ahorro es que se van creando ofertas regularmente para que el diseño se vaya renovando y adecuándose a las condiciones del mercado bancarios, eso sí, con pocas novedad al tratarse de un producto muy estático que raras veces incorpora nuevas prestaciones o servicios.

En cualquier caso, puede elegirse entre una amplia gama de imposiciones con estos plazos tan cortos, en la que prácticamente todas las entidades de crédito cuentan con un diseño con estas características, para satisfacer la demanda de sus clientes, que quieren depositar sus ahorros.