¿Qué ha pasado con los depósitos?

Hace unos meses recogíamos en este mismo espacio la noticia que venía a eliminar aquella penalización que en 2009 la llamada Ley Salgado venía a marcar a los extratipos en los depósitos y que, de algún modo, venía a paralizar el avance que este tipo de productos estaba registrando sobre todo al limitar las posibles bonificaciones extra en este tipo de productos para la captación (fundamentalmente) del dinero nuevo de los ahorradores.

En aquel momento se buscaba potenciar con esta penalización el desvió de parte del dinero de los ahorradores a productos como letras o pagarés del estado entre otros, un movimiento que tuvo un éxito discutible pero que innegablemente, movió el mercado de otros productos como los fondos de inversión, fundamentalmente los garantizados, la renta fija a corto y en menor medida propuestas más agresivas como los globales.

El anuncio del fin de la limitación de estos extratipos trajo consigo un gran número de especulaciones, como ya recogimos en su día, entre las que destacaban las que venían a indicar un boom de la contratación de depósitos tras una, supuesta, carrera de aumento de las rentabilidades por parte de las entidades financieras.

A pesar de que este mes de diciembre, cuando vencen un gran número de productos de ahorro e inversión y por tanto cuando se deciden la dirección de los patrimonios líquidos surgidos de esos vencimientos, va a presentar sin duda un crecimiento de la contratación de depósitos, pero, sin embargo, y a pesar de más factores como la necesidad de capitalización de las entidades de nuestro país, que además con la implantación del Banco malo se van a ver libres en buena medida de los activos tóxicos, no parece que el éxito que se auguraba a los depósitos vaya a ser una realidad al menos tan grande como parecía.

Probablemente sean muchos los motivos que contribuyan a este hecho, aunque tal vez, los más relevantes tenga que ver con que las rentabilidades no se han movido lo esperado por parte de las entidades financieras, y que, incluso, en el caso de la captación de dinero nuevo en imposiciones a medio plazo, estas rentabilidades no han alcanzado lo que se esperaba, a pesar de un crecimiento innegable.

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Universidad del Ahorro